La primera vez creía que lo que fallaba es que necesitaba ser más independiente de los amigos, alejar a a la gente tóxica que le gusta dominar a los demás.
La segunda vez pensé que lo que necesitaba era divertirme más, salir más, ya que al haber estado tan mal, era lo que necesitaba, preocuparme no tanto de las obligaciones, y ocuparme de mis devociones.
La tercera vez pensé que lo que necesitaba era salir de mi ciudad, cambiar de aires, de gente, de país, un sitio totalmente diferente. Pensé que necesitaba madurar, ver un poco de vida más allá de mis fronteras, aprender a valerme por mi misma, buscarme la vida.
La cuarta vez pensé que necesitaba confiar más en mis allegados, dejarme ayudar
Y la última vez...
Lo que tienen estás cosas es que aprendes, maduras a base de palos, a base de pasarlo mal, ya que has vivido momentos en los que no podías salir de la cama, momentos en que no podías con tu alma, no tenías ganas de vivir, querías morir. Y momentos buenos, que se valoran más al a ver tenido los otros momentos.
Creo que con todo se aprende, con los aciertos y con los fallos. Poquito a poco me estoy conociendo más a mi misma, a lo que para mí veo que es importante.
Pero he llegado a una conclusión : Lo que me hace caer está dentro de mí, y no fuera. Yo debo encontrar las respuestas. Ni los demás, ni las circunstancias, de si me va bien o me va mal...no. eso no me hace caer.
